martes, 8 de marzo de 2011

Aunque muera en soledad

No quería ser 
esa niña perdida
que rogando por tu amor 
cayó a la deriva...

Ni la que obsesionada 
con tus besos
llegó a atosigarte 
por exceso.


Quise ser esa mujer 
condenada a amarte 
sin límite de tiempo, 
que navega en tu mirada, 
aún cuando con ella no digas nada...


Mi vida sin vos
ya perdió todo el valor,
y por tu amor 
estoy perdiendo la razón. 


Porque aunque el sol se apague,
y un último suspiro termine el dolor,
jamás dejaré de amarte
aún en la eternidad... 
aunque muera de soledad.

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